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entiende la reforma como un ejercicio de sensibilidad y precisión. La vivienda, situada en Aravaca, se organiza en planta baja, primera y semisótano. Estos tres niveles se articulan en torno al diálogo entre materiales naturales como son la madera y la piedra caliza, en contraste con la abstracción de unas paredes de blanco cálido y un control delicado de la luz natural.

A través de la apertura de patios, se introduce luz y ventilación natural en la planta semisótano, pulmones verdes que organizan la vida doméstica y que mejoran la habitabilidad de la planta al conectarla con el exterior de la vivienda. El tratamiento del resto de huecos en fachada de las plantas superiores siguen esta intención de expandir los límites de la casa e introducir el paisaje exterior en el interior de la vivienda.

El trabajo de carpintería de madera a medida desempeña un papel central en la intervención: regula la intimidad entre estancias a través de puertas correderas más o menos permeables, matiza la relación entre los espacios y orienta una forma concreta de apropiación del espacio. En paralelo, el diseño específico de dos chimeneas  contribuye a generar un ambiente de recogimiento, acentuando la dimensión sensorial y doméstica del conjunto.

es, en definitiva, un espacio donde la materia y la luz son protagonistas, donde el mobiliario, los sistemas técnicos y la naturaleza se integran en una arquitectura elegante y delicada. Un proyecto que recupera la esencia mediterránea de la casa desde una mirada contemporánea.

Coautoría: Nuria Ramos + Ba-rro
Fotografía: Maru Serrano